La infidelidad es el principal motivo de divorcio en España. Por ello en un divorcio en el que la causa de la ruptura ha sido la infidelidad matrimonial pero existen hijos comunes, la prioridad es separar las diferencias derivadas de la ruptura de aquello que sea beneficioso y necesario para los hijos, que debe de priorizarse.

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En un divorcio con hijos no todo vale. Puede ser que no nos guste cómo se ha portado nuestra expareja antes, durante o después del divorcio, pero ello no obsta ni justifica que podamos protagonizar agresiones sentimentales contra la madre o padre de nuestros hijos.
Está demostrado que los celos y la infidelidad crean un malestar que perdura después de la ruptura y es por ello que las dificultades de una separación no acaban con el divorcio. Cuando tenemos hijos comunes debemos, por responsabilidad, sensatez y sentido común, preservar aquello que sea lo mejor para ellos en cada momento.
La infidelidad entre los cónyuges y progenitores no puede extrapolarse a las relaciones con los niños a los que no se les debe de hacer partícipes de las intimidades de la separación.
Nuestro despacho está especializado en divorcios ante notario en Madrid, pero también judiciales en toda España. Desde nuestra experiencia de las cosas más importantes que hemos aprendido, es que hay que mantener las formas y la moderación por encima de todo lo demás.
Al igual que a nuestros hijos no les contamos nuestras intimidades sexuales o sentimentales cuando ambos progenitores estamos juntos, tampoco se debe hacer en una separación. Una infidelidad matrimonial puede ser grave en el plano emocional, pero no tiene que trascender hasta perjudicar a nuestros hijos.